En República Dominicana, gracias a sufragistas como Abigail Mejía, Amada Nivar y Celeste Woss, el voto femenino no fue posible hasta en 1942. Si comparamos con el primer país que permitió el voto a las mujeres, Nueva Zelanda en 1893, parecería que llegamos algo tarde.
"Ni por encima de sus cabezas ni por debajo de sus pies, sino simplemente al lado."– Abigail Mejía
En Europa, los primeros países en permitir el sufragio a las mujeres fueron Finlandia, en 1906, y luego Suecia y Noruega. ¿Otro dato sorprendente? Suiza no permitió el voto femenino sino hasta 1971. Así que al menos a Suiza le sacamos casi tres décadas en esto.
En buena medida por razones religiosas y culturales, que terminan afectando los derechos políticos, en países como Omán, Qatar y Kuwait el voto de las mujeres se permitió ya a principios de este siglo. Y en la actualidad hay países donde las mujeres tienen limitado su derecho al sufragio, como Brunei, Emiratos Árabes Unidos y (¿preparados?) el Vaticano.
Sabemos que queda mucho por hacer, citando a Abigail Mejía en un fragmento inédito de 1925: « ¿Quién sabe el destino, ¿por qué sufrir hace?/ ¡Acaso la pena es castigo suave...!» Nos transporta a un tiempo donde las luchas que hoy, por tener acceso, nos parecen simples, representaron por mucho tiempo una herida abierta en el alma e intelecto de muchas mujeres en todo el mundo.
Por eso nuestra intención es que más mujeres se formen en el liderazgo político, que cada vez se hable menos de cuotas y más de igualdad de derechos y equidad. ¿Cuáles espacios de poder crees que están desnivelados en la sociedad dominicana? Queremos leerte.
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